Qué es el pranayama y cómo practicarlo.

Respiración yóguica: Pranayamas. Qué es y en qué consiste.
La respiración yóguica es el proceso respiratorio que utiliza todos los órganos y músculos que intervienen en la respiración consiguiendo que el volumen de aire que inhalamos y exhalamos sea el mayor posible.
Esta respiración también se conoce como respiración completa y nos permita aumentar nuestra capacidad respiratoria.
Consiste de tres fases: respiración abdominal, (el movimiento está regulado por el diafragma) respiración intercostal (como el nombre indica intervienen los músculos intercostales) y respiración clavicular.
Pranayamas:
Prana es la energía vital y universal que anima a la materia. Constituye el sustento y la base de toda forma de vida, representa la energía sutil que penetra el universo a todos los niveles.
En los Upanishads se considera que es como un flujo vital que surge del centro del ser manifestándose de acuerdo al nivel vibratorio de los cuerpos materiales, densos o sutiles que este surca.
Pranayama es el dominio del prana. Por tanto los ejercicios de respiración son uno de los varios medios de lograr el dominio del prana.
Según los filósofos de la india el universo está constituido de materia y energía. El prana es la única y primordial energía del universo que se manifiesta en diversas modalidades: pensamiento, electricidad, fuerza vital, luz, calor, magnetismo, atracción, sonido, vibración…etc. En el principio del universo no había más que esta energía esencial y, al fin del ciclo, todas las manifestaciones de energía se resolvían en su originario estado de prana. Se considera que de la acción del prana surge la materia y provienen todas las formas del universo.
Algunos de los beneficios generales del pranayama son:
– purifica los canales energéticos
– protege los órganos internos
– genera expansión pulmonar y mantiene los pulmones limpios
– incrementa el flujo sanguíneo y oxigena la sangre
– tonifica el sistema nervioso y calma la mente
– equilibra ambos hemiyoga2sferios

Breve relajación:

Antes de comenzar te sugiero que te coloques en una postura cómoda para realizar una pequeña toma de conciencia para situarte en el momento presente y conectar contigo y con tu respiración.

Te invito a cerrar los ojos y conectar con tu respiración. Tómate unos instantes simplemente para observarte…¿Cómo te encuentras y cómo se encentra tu respiración? …céntrate primero en tu cuerpo y deja que tu respiración vaya masajeando todos tus órganos internos, sigue inhalando y exhalando y allí donde sientas tensión, dirige esa respiración y úsala para soltar y desbloquear todas aquellas zonas que lo precisen.
Continúa conectado con tu respiración sientiendo como tras cada exhalación tu cuerpo cede ante el relax. Observa ahora tu mente, ¿qué tipo de pensamientos o emociones te acompañan en este momento? Intenta no detenerte en ninguno en concreto, sólo observa, no juzgues…Sigue respirando, cada vez más profundo…
Ahora aprovecha cada exhalación para dejar escapar un pensamiento y cada inhalación para devolverle a tu mente y, por consiguiente a tu cuerpo, toda la energía positiva que se merece. Sigue…soltando pensamientos, soltando tensión…

Recuerda que tu respiración es tu aliada a la hora de relajarte, controlar el estrés y permanecer conectado con el momento presente..

Ahora estás listo para empezar a trabajar tu respiración de forma más profunda.

Cómo realizar  la respiración yóguica:

Existen diversos tipos de pranayama: nadi sodhana, bastrka, puraka, rechaka y kumbhaka.
Me centraré en explicar en qué consiste el primero: Nadi sodhana y su primera fase que consta de 4 etapas.
Nadi significa canal energético y sodhana purificar o limpiar. Se trata de un pranayama que además de purificar los canales energéticos. Establece ritmos concretos en las fases respiratorias ya que existe una interrelación entre el ritmo respiratorio, cardíaco y la actividad cerebral.
La finalidad es potenciar y recuperar la armonía entre las distintas funciones fisiológicas. Mediante estos ritmos se consigue una mejor absorción de prana y una equilibrada distribución.
Consiste en una respiración alterna por las dos fosas nasales incidiendo en los dos hemisferios para conseguir un equilibrio entre ambos. Consta de varias etapas y se utilizan los dedos que deben mantenerse en contacto con la nariz cerrando o abriendo las fosas según corresponda sin crear tensión.
Para ello se aplica Nasagra Mudra (el mudra de la nariz):
– Colocar los dedos índice y corazón apoyados en el entrecejo. El dedo pulgar queda al lado de la fosa nasal derecha y el anular y meñique al lado de la fosa nasal izquierda. Cuando queramos respirar por la fosa nasal izquierda taparemos con el dedo pulgar la fosa nasal derecha. Cuando queramos respirar por la fosa nasal derecha taparemos la fosa nasal izquierda con los dedos anular y meñique. Cuando hacemos retenciones tapamos las dos fosas a la vez usando los dedos correspondientes.
Técnica:
– Pasar a una fase avanzada sólo si se domina la fase anterior
– No retener más de lo que se pueda
– Aumentar progresivamente el número de vueltas hasta completar un ciclo de 25 o realizarlo entre 10 y 15 minutos.
Etapa 1.
Realizar nasagra mudra:
Poner la mano izquierda en la rodilla y llevar la mano derecha hacia la cara colocando el índice y el dedo corazón en el entrecejo. Colocar el pulgar cerca de la fosa nasal derecha y el anular y medio cerca de la foa nasal izquierda. Cerrar la fosa nasal derecha con el pulgar
– Inhalar por la izquierda y exhalar por la misa 5 veces
– Dejar libre la fosa derecha y presionar la izquierda
– Inhalar y exhalar por la derecha 5 veces
Practicar varias rondas.
Etapa 2.
Igual que la anterior pero realizando la reparación yóguica.
Primero practicar con una respiración cómoda y luego intentar igualar el tiempo de inspiración y exhalación intentando prologarlo al máximo pero sin forzar.
Etapa 3
Respiración alterna:
– Inhalar por la fosa nasal izquierda manteniendo la derecha cerrada
– Abrir la derecha y exhalar por este lado cerrando la izquierda
– Inhalar por la derecha y al final de la inhalación cerrar esta fosa y abrir la izquierda
– Exhalar por la fosa izquierda
Esto es una ronda. Practicar varias veces.
Etapa 4
Igual que la anterior pero retener la respiración después de la inhalación. Aguantar uno segundos y luego exhalar. Así varias rondas.

 
Además de los numerosos beneficios que otorga este tipo de respiración cabe destacar, sobre todo, el gran poder que ejerce para calmar nuestra mente. Al estar totalmente concentrados en la respiración nos permite evadirnos de los pensamientos dándonos la oportunidad de permanecer muy conectados con el presenta a la vez que vamos limpiando cuerpo y mente y liberándonos de tensión física y emocional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA
KAMINOFF Leslie, MATHEWS Amy, Anatomía del yoga, Ed. Tutor, 2013, Madrid.
BROWN Christina, yoga, Ed. Blume, 2012, Barcelona.
VAN LYSEBETH Andre, Aprendo yoga, Ed. Urano, 2009, Barcelona

 

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